Vino Conde de Caralt Blanco Semidulce 750ml

Descubra la elegancia y el carácter excepcional del Vino Conde de Caralt Blanco Semidulce, una joya enológica que aguarda para ser la estrella de su próxima celebración o cena íntima. Cuidadosamente elaborado con uvas seleccionadas de los viñedos más prestigiosos, este vino encapsula la esencia de la tradición vitivinícola, fusionándola con técnicas contemporáneas para ofrecer una experiencia gustativa inolvidable.

Al servirlo, se despliega una paleta cromática luminosa, con matices dorados que presagian la riqueza de su sabor. Su bouquet es un deleite para los sentidos, ofreciendo un equilibrio perfecto entre notas frutales y florales, donde se entrelazan suavemente los aromas de manzana madura, pera y un toque sutil de cítricos, coronados por una delicada brisa de flores blancas.

En boca, el Vino Conde de Caralt Blanco Semidulce seduce con su dulzura comedida y su acidez refrescante, creando un perfecto equilibrio que invita a un segundo sorbo. Su cuerpo ligero y su final persistente hacen de este vino una elección versátil, ideal para acompañar desde aperitivos hasta postres, o para disfrutar por sí solo en un momento de relajación.

Tipo de Uva Xare-lo, Moscatel, Macabeo

Tipo de Vino Blanco

Envejecimiento Joven

Volumen de Alcohol 11.5% vol.

Sabor Semi Dulce

Denominación de Origen DO Cataluña

Origen España

Región de Origen Cataluña

6-8ºC

Vista: Su color es amarillo pajizo pálido.

Olfato: Aromas a frutas frescas (manzana, plátano) y tonos intensos florales.

Gusto: Suave, fresco y ligero, predominando en el post-gusto los aromas florales del moscatel.

Quesos suaves y cremosos: Los quesos como el Brie o el Camembert pueden ser maravillosos con un vino semi dulce blanco, ya que la dulzura del vino puede cortar la riqueza del queso.

Platos asiáticos: Muchos platos de la cocina asiática, especialmente aquellos con un toque de dulzor o picante, como el pad thai o los rollitos de primavera, pueden ser excelentes acompañamientos, ya que el dulzor del vino complementa las especias y sabores complejos.

Mariscos: Los platos de mariscos, especialmente los que llevan salsas a base de frutas o son ligeramente picantes, pueden armonizar muy bien. Piensa en camarones a la parrilla con salsa de mango o un ceviche fresco.

Postres ligeros: Un vino semi dulce blanco puede ser el acompañamiento perfecto para postres no excesivamente dulces, como un sorbete de limón o frutas frescas.

Aperitivos salados: Los aperitivos que combinan sal y dulzor, como los dátiles rellenos de queso azul o las almendras tostadas con miel, pueden ser una excelente opción para resaltar las notas del vino.

Ensaladas frescas: Las ensaladas con frutas, como manzanas, peras o fresas, junto con un aderezo agridulce, pueden complementar maravillosamente la dulzura y la acidez del vino.

Vino joven

Peñín

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